La Princesa de Asturias, Leonor, ha recibido este martes, tras su jura de la Constitución en el Congreso, el Collar de la Orden de Carlos III, una distinción con profundos vínculos con el servicio al Estado y a la monarquía parlamentaria. El solemne evento, que tuvo lugar en el Salón de Carlos III, contó con la presencia del Rey Felipe VI, quien entregó la insignia a su hija, marcando un hito significativo en la vida de la joven heredera.
El momento de la entrega del collar, cargado de simbolismo y solemnidad, fue seguido de un discurso pronunciado por la Princesa Leonor, un mensaje que resonó con un fuerte calado político. “Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad,” expresó la joven heredera en sus primeras palabras, estableciendo un compromiso público ante la nación. Leonor continuó enfatizando la importancia de la confianza mutua al decir, “les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en nuestro futuro, en el futuro de España.”
La Princesa Leonor dejó claro su compromiso con los principios democráticos y los valores constitucionales que rigen la nación. En un gesto de profunda solemnidad y responsabilidad, declaró: “Me comprometo solemnemente, formal y públicamente con nuestros principios democráticos y con nuestros valores constitucionales, que asumo plenamente. Y he contraído una gran responsabilidad con España ante las Cortes Generales, que espero corresponder con la mayor dignidad y con el mejor ejemplo.”
En su discurso, la Princesa hizo hincapié en que su juramento de fidelidad al Rey no solo se dirigía a la figura de su padre, Felipe VI, sino también “a lo que la Corona simboliza y representa: la unidad y permanencia de España.” Recalcó las palabras de su padre en el momento en que le impuso el Toisón de Oro, en las que le instó a guiarse permanentemente por la Constitución y a servir a España con humildad y conciencia de su posición institucional. Estas palabras, según Leonor, serán un faro que guiará su camino en los años venideros.
Uno de los aspectos más notables del discurso de la Princesa fue su promesa de mantener un comportamiento que merezca el reconocimiento y el aprecio de los ciudadanos. Algunos observadores sugieren que este compromiso podría ser una alusión velada a las actuaciones de su abuelo, Juan Carlos I, el Rey Emérito, quien actualmente reside en Abu Dhabi después de abdicar en su hijo.
Leonor aseguró que conducirá sus actos en todos los ámbitos de su vida, siempre atendiendo a los intereses generales de España. Añadió que cumplirá con sus obligaciones con total dedicación y una entrega sin condiciones, mientras busca crecer como persona con el cariño y apoyo de su familia. La heredera culminó su discurso con un llamado al orgullo patrio, diciendo: “Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad. No hay mayor orgullo. En este día tan importante, que voy a recordar siempre con emoción, les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en nuestro futuro, en el futuro de España.”