Cuando, hace unos días, me presentaba a las elecciones para ser compromisaria nacional de Ciudadanos, hice mucho hincapié en que nuestro partido debía tener identidad propia y diferenciada del resto, sin complejos y sin mochilas. Por cierto, aprovecho para agradecer a los afiliados que con sus votos me llevaron a ser la tercera más votada a nivel nacional.
La gran mayoría de la afiliación, y así se expresó en las conclusiones de la Refundación tras recoger miles de encuestas y cientos de reuniones con afiliados, quiere un partido libre de “tendencias”. Queremos no tener que mirar a derecha o a izquierda, abandonar los vetos a ambos lados y resurgir como lo que fuimos y lo que debemos ser: un partido liberal, con identidad propia. Eso sí, con el único veto a separatistas.
Y para mí, para muchos, esa idea, esa convicción la representa la candidatura de Adrián Vázquez. También Patricia, Mariano y Carlos y el resto de componentes de la lista.
En una entrevista a Vázquez, publicada hoy en El Mundo, lo recuerda. “Lo que tiene que hacer Cs, y no lo digo yo, ha salido de las conclusiones del trabajo de miles de afiliados, es no mirar a ningún lado. Tenemos que defender nuestras propuestas programáticas. No podemos plegarnos a lo que piense la derecha o la izquierda. Tenemos que definir nuestro camino”
Y ya sólo por eso, aunque no sólo por eso, mi aval es para ellos. Y espero que el vuestro, el de la mayoría de afiliados de Ciudadanos, sea también para una candidatura de consenso, abierta, transparente, transversal, renovadora y con mucho talento, experiencia y juventud.
Algunos tienen tendencia a querer transformar Ciudadanos en aquello que ellos quieren o necesitan que sea. Pero esa no es la vía, al menos para mí, de un renacer. No podemos ser muleta de nadie, no necesitamos añadir ningún apellido a nuestro liberalismo, no debemos tener complejos de serlo. Como no debemos tener ningún reparo en retener talento, en integrar el talento, que lo hay, de otras candidaturas.
Nos jugamos mucho, nos jugamos no sólo el futuro de Ciudadanos sino el futuro de la existencia de una opción liberal para miles de españoles que se quedarían huérfanos de voto. Algunos, a derecha o izquierda, piensan que recuperarían un voto. Y la realidad, que es muy tozuda, es que la mayoría nos iríamos al voto en blanco, como en blanco votábamos antes del nacimiento del partido que estábamos esperando.
Hay otras opciones, sí, pero no son esta. Y os confesaré que tras ver la composición de la lista de Edmundo Bal con personas que han destruido el grupo municipal de Barcelona, que dieron un golpe interno contra todo lo que significa Ciudadanos, mi primer sentimiento fue de decepción. Tampoco puedo olvidar lo que dijeron hace unas semanas de Edmundo que en nada se compadece con las palmas que ahora le brindan. No sé vosotros, pero yo no tengo por costumbre depositar mi confianza en quien no me demuestra valores y principios. No puedo confiar en quien coloca en el Ayuntamiento de Barcelona, dentro del grupo de Ciudadanos, a una persona que, no sólo no es afiliado, sino que se presenta a las municipales en una plataforma con los nacionalistas del Pdcat, entre otros. Y contra Ciudadanos. Eso, para mí, una española de Cataluña, una catalana de España, es sencillamente intolerable. Creo, sinceramente que Edmundo debería revisar en quien deposita su confianza.
Pero volviendo a lo positivo, que es como me gusta ver y vivir la vida, indubitadamente la candidatura de Adrián Vázquez y Patricia Guasp y el resto de compañeros que la componen, con su compromiso de dar un vuelco al partido en 45 días tras su elección, es la opción, la única opción para salir fuertes y renovados de la VI Asamblea.
Por eso, por la importancia de tener un partido liberal fuerte que frene las perniciosas derivas a derecha y a izquierda, y sea el muro de contención de nacionalismos y populismos, os pido el aval para la candidatura de Adrián Vázquez.