La investidura del presidente Pedro Sánchez se vislumbra como un reto mucho más complicado en comparación con la ocurrida en 2019. En esta ocasión, será necesario contar con la abstención del partido independentista Junts, liderado por Carles Puigdemont, en la segunda ronda de votación, donde se requiere la mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.
Junts ha hecho patente que planteará demandas que el Gobierno no está dispuesto a cumplir, pues desde el punto de vista legal se consideran inviables. Entre estas demandas destaca la celebración de un referéndum de independencia, una cuestión de suma sensibilidad política. Además, desde la óptica de competencias, transferencias y financiación autonómica, existen divergencias significativas.
El Partido Socialista no había incluido a Junts en sus cálculos iniciales, pero ahora se ven obligados a cortejar su apoyo, ya que también necesitarán el voto favorable de Esquerra Republicana de Catalunya, que se abstuvo en 2019 y, en esta ocasión, parece estar dispuesto a elevar el precio de su apoyo. Uno de los temas en disputa es la transferencia de Rodalies, un asunto de vital importancia para ambas formaciones.
Las declaraciones de Junts son contundentes al afirmar que no serán tomados en cuenta respecto a España, refiriéndose claramente a la investidura y la gobernabilidad. Esto anticipa que cualquier cambio de opinión requerirá concesiones significativas.
En el ámbito político, Pedro Sánchez se enfrenta a un camino lleno de obstáculos, donde el tema del referéndum siempre está presente. Junts expresa que el deseo de autodeterminación del pueblo de Cataluña ha sido manifestado mayoritariamente en múltiples ocasiones desde 2010, y va más allá de cuestiones como lengua, cultura, historia o tradiciones, que son elementos relevantes en sí mismos. La búsqueda de la identidad catalana se entrelaza con la demanda de cambios estructurales debido al constante abuso fiscal y económico por parte del estado y el menosprecio a las necesidades y aspiraciones de desarrollo, prosperidad, bienestar y reconocimiento de los catalanes.
En resumen, la investidura de Pedro Sánchez enfrenta complicaciones significativas debido a la necesidad de apoyo de Junts y las exigencias políticas que plantea este partido. La búsqueda de acuerdos y la posibilidad de concesiones marcarán el rumbo de las negociaciones, mientras que el tema del referéndum se mantiene como un factor determinante en el panorama político actual.