La exministra española María Antonia Trujillo afirmó que “es difícil expresarse con libertad” cuando alguien como ella “se aparta del pensamiento oficial” y añadió que “la libertad de expresión e información está más amparada en Marruecos que en España”. La exministra socialista se expresa en estos términos en una entrevista publicada este domingo en el medio digital marroquí Rue20, en la que reitera su posición respecto a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, que son a su juicio “una afrenta a la integridad territorial de Marruecos”.
Trujillo, residente en Marruecos y que fue cesada hace unos meses como consejera de Educación de la Embajada de España en Rabat después de críticas internas a su gestión, se posicionó en septiembre a favor de abrir el debate de la soberanía sobre Ceuta y Melilla. Afirmó entonces, y repite ahora en la entrevista, que las ciudades españolas en el norte de África “son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de Marruecos y en las buenas relaciones entre los dos países”.
Europa Press
Trujillo explica que esperaba una reacción crítica de la prensa española ante sus posiciones y que, “a pesar de ser considerada como una de las democracias más avanzadas del mundo, en España no existe amparo ante las injurias y calumnias contra aquellos que hemos desempeñado responsabilidades públicas”. “En España no existe libertad de expresión cuando te separas del pensamiento oficial único“, asegura para añadir que “la libertad de expresión e información está más amparada en Marruecos que en España” y que le gustaría “que España tomara ejemplo de este país y no se desinformara y manipulara tanto”.
Para Trujillo, que ostentó la cartera de Vivienda en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, “ha llegado el momento” de abrir el debate en torno a los dos enclaves españoles. “Ya no se puede mirar más hacia otro lado. Marruecos ha reivindicado estos territorios en muchas ocasiones hasta el día de hoy“, dice recordando la última carta de Marruecos a la ONU en la que el reino alauí niega que Marruecos y España tengan fronteras terrestres.
“Ante los efectos nocivos de unas fronteras no sanas, la respuesta política es el diálogo y no mirar a otro lado y el silencio. La reivindicación marroquí está plenamente justificada, está inscrita en su ideario nacional y es irrenunciable”, añade Trujillo. Y termina diciendo que “si España ha cambiado su posición tradicional sobre el Sáhara, ¿por qué no puede cambiar España su posición sobre Ceuta y Melilla y los islotes y peñones?”.