El Congreso aprobará este jueves la derogación del voto rogado que debían pedir los españoles residentes en el extranjero, por lo que en las próximas elecciones generales estos electores recibirán la documentación de oficio y tendrán la opción de descargarse las papeletas de forma telemática.
La iniciativa, a propuesta de los socialistas y Unidas Podemos, y consensuada con el resto de grupos, forma parte de una reforma más amplia de la ley de Régimen Electoral General.
El pleno de la Cámara Baja ha debatido el dictamen de la proposición de Ley Orgánica y las enmiendas vivas del Grupo Plural y ERC, que han sido rechazadas, mientras que el texto se votará al final de la sesión.
La reforma, que seguirá su tramitación en el Senado, suprime el requisito de tener que rogar o solicitar el voto, lo que permitirá recibir la documentación de oficio en el domicilio. Contempla el uso opcional de una papeleta que podrá descargarse telemáticamente, aunque la descarga será del juego completo de papeletas, para garantizar el secreto de voto. Pretende agilizar y facilitar ese voto después de la reforma de 2011 que implantó el voto rogado y frenó la participación electoral, que era de un cinco por ciento, según varios portavoces.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que ha tomado la palabra en nombre del Gobierno, ha dicho que hoy es “un día especial, en el que los derechos vuelven a ganar espacio y pierde terreno la exclusión a la participación política”. “En democracia -ha añadido- los derechos no se ruegan, se ejercen, y los poderes públicos deben garantizarlos”.
Bolaños ha indicado que la reforma busca que se pueda ejercer el derecho al voto “con los mismos derechos y garantías dentro y fuera del país” y que la administración sea “un aliado y no un muro”. Ha dicho a esos migrantes que están construyendo un país “al que les va a gustar volver”, con menor tasa de paro, más contratos indefinidos, aumento del salario mínimo, más inversión en investigación y “más oportunidades”.
Las enmiendas rechazadas pretendían asegurar más garantías, habilitar más lugares para votar, mejorar la identificación del voto por correo, ampliar los plazos y el uso de las nuevas tecnologías o el voto delegado. Para las próximas elecciones se habilitarán embajadas y consulados, con horarios de mañana y tarde, y se podrá utilizar la valija diplomática para hacer llegar el voto a tiempo. Se amplía de tres a siete días los plazos para el depósito del voto en urna y se retrasa de tres a cinco días el plazo del escrutinio y de apertura de votos emitidos.
En turno de fijación de posiciones, la portavoz socialista, Ana Belén Fernández, ha insistido en que hoy es un día de celebración, en el que se ha cumplido con una “demandada petición de la ciudadanía en el exterior” y se ha puesto fin a “una anomalía democrática”.
El del PP, José Antonio Bermúdez de Castro, ha coincidido en que es un paso adelante “para mejorar nuestra democracia” y ha valorado el “mucho diálogo” entre los grupos para “dar solución” a los problemas suscitados por la reforma de 2011, que implantó el voto rogado.
Carlos José Zambrano, de Vox, ha recordado que eran “clamorosas las denuncias de fraude” y que ellos apoyaron la reforma “desde el primer día”, mientras que la del grupo Confederal de Unidas Podemos, Martina Velarde, ha dicho que han terminado con el “candado antidemocrático”.
Tras la entrada en vigor de la ley, el Gobierno tiene un plazo de doce meses para adoptar mediante un Real Decreto y previo informe favorable de la Junta Electoral, medidas para complementar o sustituir, de manera progresiva y según circunstancias concretas de los países, los envíos postales por un envío telemático que reúna las garantías previstas en la legislación electoral.