La Asociación de trabajadores de Instituciones Penitenciarias ‘Tu abandono me puede matar’, denuncia la brutal agresión a varios funcionarios penitenciarios en el centro Antonio Asunción Hernández de Picassent (Valencia).
Uno de los presos del módulo 28, en el que recoge a los internos peligrosos, a los que forman para que puedan adaptarse a los módulos de ‘vida normal’, se encontraba realizando una llamada telefónica a su pareja, a quien comenzó a insultar y gritar. El encargado de Departamento, le instó a que se tranquilizase y se absuviera de su actitud. El preso, con el auricular de la cabina, le propinó un fuerte golpe en la mano.
Los dos jefes que también se encontraban en el módulo, procedieron al auxilio del herido y al intento de reconducir la situación. El preso respondió con varios golpes, y una de las funcionarias recibió un puñetazo en la cara, tirándola al suelo en el acto. Los jefes de servicio recibieron varios golpes puñetazos y patadas.
Según informa ‘Tu abandono’, el parte de lesiones es más grave, ya que se presenta un traumatismo directo sobre la hemicara izquierda, contusión en la pirámide nasal con posible fractura de hueso, un hematoma en el globo ocular y una contusión con posible fractura de molar y arco cigomático.
Los funcionaron fueron desplazados hasta un hospital, donde se les realizará pruebas para valorar las lesiones y determinar el tratamiento a seguir. Además, uno de los Jefes de Servicio, ha tenido que ser ingresado en el hospital, a la espera de los resultados.
La asociación de profesiones de funcionarios penitenciarios, denuncia el riesgo que corren los trabajadores de vigilancia interior, que realizan su labor sin apenas medios materiales y personales, así como la ausencia de reconocimiento de Agentes de la Autoridad en el ejercicio de su cargo, algo que les ayudaría en cuanto a la protección para los trabajadores por carácter disuasorio que podría tener en ciertas ocasiones.
También denuncian el nulo reconocimiento por parte de la Secretaría General, que se materializa en la última instrucción en que aprueban las subidas de productividad para varios colectivos de la SGIP, como los que realizan sus funciones administrativas en los Servicios Centrales, pero olvidan a los que ponen en riesgo su integridad cada día, para que la vida en la prisión, la reinserción y los programas tratamentales que el ministerio del Interior y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, “presumen”, y que puedan llevarse a cabo con unas “mínimas garantías” de seguridad y éxito.
