La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha mostrado este sábado dispuesta a ceder con la ley del ‘solo sí es sí’ con tal de tener «una respuesta unitaria como Gobierno» ante lo que considera una «ofensiva contra ella». En concreto, la ministra del ramo se abre a «reformar» el texto y, «si es necesario, a subir algunas penas» de la contestada norma que ya ha provocado 400 rebajas en sentencias de casos de abusos y violaciones, así como la excarcelación de agresores.
En el mitin de presentación de candidaturas en Murcia, ha reconocido estar lista para ello por hacerse «cargo del dolor, del sufrimiento, de la preocupación de las víctimas y de quienes las acompañan, de sus abogadas, de sus familiares y también de la preocupación social», pese a que como ha señalado en días previos no hay un acuerdo con el PSOE para esa reforma, con el que la parte morada del Gobierno de coalición tiene «una discrepancia fuerte» sobre ella.
«Nunca he estado más dispuesta a llegar a un acuerdo -ha afirmado- porque sé que la ley está bien hecha, entre otras cosas porque la hicimos mano a mano con el ministerio competente para las reformas penales, el de Justicia de Juan Carlos Campo, con un equipo excelente, y sé que es una ofensiva de sectores reaccionarios, como la de 2004» contra la ley integral contra la violencia machista aprobada por el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero.
A este respecto, ha tirado del argumentario de los dirigentes morados al recordar que al igual que con la ley del solo sí es sí «la mayoría de jueces no han rebajado las penas, una minoría la ha aplicado mal», como cuando con la ley de Zapatero «se paralizó el procesamiento en 187 ocasiones hasta que el Tribunal Constitucional resolvió el recurso contra ella y hubo un 158 por ciento de incremento de los sobreseimientos y todas esas mujeres quedaron sin protección. Esto también es memoria».
Pero a lo que no está dispuesta a ceder quien ha hablado de presiones «muy fuertes», es a que esa preocupación social y de las victimas termine con el «retroceso» al esquema penal anterior de demostrar la violencia y la intimidación, pues «el consentimiento ha llegado para quedarse», ha remarcado.
La ministra de Igualdad ha dicho que ha sido el PP el que ha impulsado esta ofensiva contra las feministas al decirles que «han llegado muy lejos», pero ya han «esperado suficiente», ha incidido tras remarcar que «ni un paso atrás» ante su propuesta de reforma con el apoyo de los votos de un partido que deja «tiritando» los presupuestos contra la violencia machista, mete en los gobiernos a quienes la niegan y dificulta el aborto.